Algunos días atrás me tocó, cuestión poco habitúe en la mini ciudad de la furia, salir temprano por la noche.
Cálida ella, totalmente acogedora. Típica noche de inicio de verano, típica noche de bares (abiertos), remerita de finos breteles y shorcito (de la temporada anterior... shhh que no se diga) para la dama, bermuda y camisa para el caballero.
Casi vestido para la ocasión me dirigí al evento de turno.
Tarjeta en mano con la inscripción 22:00 hs., hice uso de la misma una hora mas tarde (tiempo mas que prudencial para procurar no ser el primero NI el ultimo en arribar).
Tan a la moda el lugar, que no se pueden hacer muchos comentarios al respecto (ni es el sentido de esto).
Alego que sufrí una noche divertida, de risas entre amigos, buena música, chicas bonitas y tragos varios (o varios tragos, pero... como dice S.Rodriguez, "que no es lo mismo pero es igual").
Exactamente 03:07 me encontraba en mi casa accediendo a quitarme (solo) todo el atuendo dispuesto poco mas de 4 horas antes, en impecables condiciones.
Cuestión que al día siguiente (aunque técnicamente era el mismo día) a medio madrugar para realizar quehaceres que no vienen al caso, me levanté intacto.
Ningún rasguño.
Resulta interesante apreciar como nuestra cultura, ha hecho de las salidas, una larga sala de espera.
Por lo visto aun no podemos observar (y menos disfrutar) las ventajas que ofrece realizar actividades nocturnas, en horarios mas acertados, con el fin de que exista vida luego de uno despertar.
Este auto llamado a la rreflexión, me dejo esa cuestión inamovible de que el día (gracias Cronos) tiene solo 24 horas. Y en ellas hay que meter todo, antes de que arranque el siguiente día.
Podemos quitarle tiempo (y espacio) a ciertas actividades (como por ejemplo: dormir), pero en algún momento esta decisión, como se dice en la jerga citadina, "nos va a pasar factura".
Acortemos la concesión a esa sala de espera para la salida (ya nos encontramos en la sala de espera que es la vida). Salgamos mas temprano. Volvamos mas temprano. Y que exista el otro día. (muy de vez en cuando les concedo ver un amanecer.... mas si es con la compañía de un cándido abrazo y una gran sonrisa)
martes
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario